martes, 24 de mayo de 2011

¿Has extendido alguna vez los brazos y dado vueltas y vueltas muy muy rápido?
 Bueno, pues así es el amor. Se te acelera el corazón, el mundo se te pone del revés... Pero si no tienes cuidado, si no mantienes tus ojos fijos en algo inmóvil, puedes perder el equilibrio y dejar de ver lo que ocurre con la gente a tu alrededor, y no te das cuenta de que estás a punto de caer.

lunes, 23 de mayo de 2011

jueves, 19 de mayo de 2011

Look at me now.



Porque ahora entiendo que sufrir valió la pena , siempre hay algo bueno detrás de la espera.

3MSC.


Los caminos se bifurcan, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir…
Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña.
No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, y ahí está el, y al final solo ocurre una cosa, llega el puto invierno no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en que momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas…
Y es ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez, y que por mucho que te esfuerces, ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo…

jueves, 12 de mayo de 2011

Durante la lección, mira distraída la pizarra, sin ver los números escritos sobre ella, sin
oír las palabras de la profesora. Piensa en él, en lo que estará haciendo en ese momento. Se pregunta si estará pensando en ella , si es una más o de verdad a dejado una huella en su corazón. Suspira y mira la pizarra. Es mucho más fácil resolver aquella ecuación.

viernes, 6 de mayo de 2011

DISTANCIA.

Palabra definida como el espacio que existe entre dos puntos. En realidad, a nadie le gusta hablar de la distancia. Muchos dicen que es el olvido. Otros que hace la fuerza y la unión. Otros simplemente, creen que ni siquiera les afectaría.
Nadie sabe realmente que significa esa palabra hasta que no la tiene en su boca. Hasta que no pierdes a alguien por culpa de unos kilómetros.
Que al fin y al cabo, son lo que son, distancia. A nadie le gusta estar lejos de quien quiere y menos con miedo a perderlo. Porque aquí no nos vale el típico, “nunca sabes que lo tienes hasta que lo pierdes” vendría mejor un “sabes lo que tienes hasta que llega la distancia y lo pierdes”. Seguramente muchos sabréis de lo que hablo.
Esa sensación, que no se realmente como explicarla. Algo de impotencia y tristeza. Distancia.
Sientes que tu lugar no es en el que estás, que necesitas verle, abrazarle. Te gustaría salir de tu casa y marcar 9 números en tu móvil y decir, “nos vemos en 5 minutos en tu portal”. Pero ¿Por qué no? Siempre es lo mismo, distancia.
Verle cara a cara, no solo escuchar su voz por teléfono. ¿Cuánto darías por tenerle una tarde? No se que duele más que la distancia. No se que es peor, un querer y no poder o un poder y no querer. Nunca entenderé de que sirve la distancia.
Pero siempre te queda la esperanza de que algún día, aunque no sepas cuando, dentro de poco, le tendrás cerca, muy cerca, entre tus brazos. Y ahora, os reiréis.
¿De qué? Sí, de la distancia.
Por eso, cuando la gente pregunta ¿Qué es la distancia? Y contestan: espacio que existe entre dos puntos, siempre sonrío.
Si realmente supieras lo que es la distancia, nunca contestarías eso...

domingo, 1 de mayo de 2011


Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos
los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura, como siempre tan loca, les
propuso: "¿Jugamos al escondite?". La intriga levantó la ceja intrigada
y la curiosidad, sin poder contenerse, preguntó: "¿Al escondite?
¿Y cómo es eso?". "Es un juego -explicó la locura- en el que yo me
tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras
ustedes se esconden. Y, cuando yo haya terminado de contar, el primero de
ustedes al que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego".
El entusiasmo bailó secundado por la euforia. La alegría dio tantos
saltos que terminó por convencer a la duda e, incluso a la apatía, a la
que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar; la
verdad prefirió no esconderse, para qué, si, al final, siempre la
hallaban; y la soberbia opinó que era un juego muy tonito, pero en el
fondo, lo que le molestaba es que la idea no hubiese sido suya. Y la
cobardía... la cobardía prefirió no arriesgarse.
"Uno, dos, tres...", comenzó a contar la locura.
La primera en esconderse fue la pereza que, como siempre, se dejó
caer en la primera piedra del camino. La fe subió al cielo y la envidia
se escondió tras la sombra del triunfo que con su propio esfuerzo
había logrado subir a la copa del árbol más alto. La generosidad casi no
alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso
para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino, ideal para la
belleza; que si una rendija de un árbol, perfecto para la timidez; que
si el vuelo de la mariposa, lo mejor para la voluptuosidad; que si
una ráfaga de viento, magnífico para la libertad. Así que terminó por
ocultarse en un rayito de sol. El egoísmo, en cambio, encontró un
sitio muy bueno desde el principio; lo encontró ventilado, cómodo... pero
eso sí, sólo para él. La mentira se escondió en el fondo de los
océanos, ¡mentira! en realidad se escondió detrás del arco iris. Y la pasión y
el deseo en el centro de los volcanes. El olvido... ¡se me olvidó dónde
se escondió! pero, bueno, eso no es lo importante.
Cuando la locura contaba 999.999, el amor aún no había encontrado
Sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
"Un millón" contó la locura, y comenzó a buscar. La primera en aparecer
fue la pereza, sólo a tres pasos de la piedra. Después escuchó a la fe
discutiendo con Dios en el cielo sobre teología. Y la pasión y el deseo
los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la
envidia y, claro, pudo deducir dónde estaba el triunfo. Al egoísmo no
tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado desde su escondite, que
había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed y, al acercarse al lago, descubrió a la
belleza. Y con la duda resultó más fácil todavía, pues la encontró
sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse.
Así fue encontrando a todos: la mentira detrás del arco iris, ¡mentira!
si ella estaba en el fondo del océano; y hasta el olvido, al que ya se
le había olvidado que estaba jugando al escondite. Pero, sólo el
amor no aparecía por ninguna parte. La locura buscó detrás de cada
árbol, bajo cada rolluelo del planeta, en la cima de las montañas; y,
cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y sus rosas, y tomó
una horquilla y comenzó a mover sus ramas. Cuando, de pronto... un
doloroso grito se escuchó, Las espinas habían herido en los ojos al
amor.
La locura no sabía qué hacer para disculparse: lloró, rogó, imploró,
pidió perdón y hasta prometió ser su Lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en
la Tierra,
el amor es ciego y la locura siempre le acompaña.♥